Representación de la Inteligencia Artificial en el derecho con un cerebro robótico

Paradoja de la Inteligencia Artificial en el derecho: eficiencia para firmas, más costos para clientes

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La Inteligencia Artificial en el derecho irrumpió el sector legal con una promesa clara: eficiencia, rapidez y reducción de costos. La automatización de tareas repetitivas, la capacidad de acelerar procesos complejos y la posibilidad de analizar grandes volúmenes de información abrían la puerta a un futuro donde los servicios legales serían más accesibles, rápidos y económicos.

Sin embargo, los estudios más recientes muestran una realidad distinta. Tal como lo destaca el informe “Law Firms Cash in While Clients Pay More: The AI Paradox Reshaping Legal Economics”, en lugar de trasladar los beneficios de la IA a los clientes, muchas firmas tradicionales están usando la tecnología para maximizar sus márgenes.

El informe resalta que 79% de los bufetes de abogados utilizan Inteligencia Artificial en el derecho para aumentar la eficiencia, pero solo el 6% transfiere esos ahorros a los clientes, mientras que el 34% realmente cobra tarifas premium por el trabajo mejorado con IA. Menos horas de trabajo gracias a la IA deberían significar facturas más bajas, pero la tendencia es la contraria: tarifas más altas y facturación que se mantiene o incluso aumenta.

La paradoja es evidente: la IA transforma la economía legal, pero los beneficios no se distribuyen de manera equitativa. Mientras las firmas capturan el valor, los clientes terminan pagando lo mismo o más. La tesis es clara: el verdadero futuro está en modelos que prioricen el valor, la transparencia y el uso de la tecnología en favor del cliente, no de los márgenes internos.

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abogadas usando inteligencia artificial
Fuente: Pexels

La promesa de la Inteligencia Artificial en el derecho

La IA en la industria legal abrió un horizonte de posibilidades impresionantes:

  • Automatización de tareas repetitivas: research, due diligence, revisión de contratos.
  • Mayor velocidad en procesos complejos: un documento que tomaba 20 horas, ahora puede hacerse en 5.
  • Democratización potencial: startups, pymes y corporaciones medianas accediendo a servicios antes inalcanzables.

La narrativa fue clara: la IA hará que el derecho sea más accesible. Y en sectores como salud o transporte, así sucedió. En salud, la IA permite diagnósticos más rápidos y baratos; en transporte, optimiza la logística reduciendo tiempos y costos. Pero en derecho, la historia ha sido otra: la eficiencia existe, pero no llega al usuario final.

El informe 2024 Generative AI in Professional Services de Thompson Reuters titulado respalda esa tesis. De acuerdo con sus resultados, de los encuestados que comenzaron a adoptar GenAI, el 58 % afirmó no creer que afecte sus tarifas, pero el 39 % afirmó que generará un aumento en los acuerdos de honorarios alternativos. De allí, es posible entender que los precios se mantienen o aumentan, pero se disminuyen muy rara vez.  

La paradoja económica

Axiom en su reporte “Law Firms Cash in While Clients Pay More: The AI Paradox Reshaping Legal Economics” muestra la raíz del problema: la estructura de facturación por horas.

  • Menos horas invertidas gracias a IA: debería bajar los costos de la factura.
  • Pero las tarifas por hora suben: el cliente paga lo mismo o más por menos trabajo.

Esto genera una paradoja económica:

  • Los ahorros generados por la tecnología se quedan en los márgenes de las firmas.
  • La narrativa de eficiencia se convierte en un discurso vacío, porque en la práctica se traduce en maximizar rentabilidad.
Inteligencia Artificial en el derecho usando ChatGPT
Fuente: Pexels

Por ejemplo, piensa en que antes una revisión de contratos de M&A tomaba 100 horas de un equipo junior. Con Inteligencia Artificial en el derecho, se puede hacer en 40 —según el caso—. En lugar de reflejar ese ahorro en la factura, la firma duplica la tarifa por hora (de USD 200 a USD 400). Resultado: el cliente paga lo mismo o incluso más.

La desconexión con los clientes se profundiza. Algunos General Counsels y CFOs consultados por Faroo Legal coincidieron en que el “efecto IA” no se traduce en reducción de costos. Por el contrario, perciben que están subsidiando la inversión tecnológica de las firmas.

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El impacto en clientes y mercado de la Inteligencia Artificial en el derecho

Esta paradoja tiene consecuencias profundas:

  • Clientes corporativos: CFOs y General Counsels detectan que la promesa de eficiencia no llega a sus facturas.
  • Startups y scaleups: quedan fuera del acceso a servicios legales de calidad porque no pueden absorber precios crecientes.
  • Multinacionales: cuestionan la transparencia de Big Law y comparan negativamente con otros proveedores globales.

El efecto cultural es claro: las firmas pierden confianza. La percepción es que no están alineadas con los intereses de los clientes.

Modelos alternativos

Frente a la paradoja, surgen modelos alternativos que sí trasladan el beneficio de la IA al cliente:

  • Value-based pricing: el precio depende del valor entregado, no de las horas trabajadas. Alinea intereses: la firma gana cuando el cliente percibe impacto.
  • Ecosistemas legales (como Faroo Legal): la IA se usa como palanca para ofrecer más valor con menos costo, con especialistas coordinados bajo un mismo estándar y precios transparentes.
  • Transparencia radical: reporting de impacto en lugar de horas, paquetes escalables y claros, trazabilidad completa.

Esto puedes verlo en la realidad: una startup necesita términos y condiciones globales. Con una firma tradicional que sigue este modelo de cobro, puedes invertir cerca de USD 50K en 3 meses, con facturación por horas. Mientras que en un ecosistema alternativo, tu inversión se reduce a USD 15K con 4 semanas de ejecución y pricing cerrado con IA acelerando research.

La diferencia no está en la calidad del resultado, sino en la lógica económica: un modelo capta valor para el cliente, el otro lo captura para la firma.

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Cabeza con la palabra "inteligencia artificial en derecho" arriba
Fuente: Pexels

El futuro de la economía legal con IA

La paradoja no puede sostenerse en el tiempo. Los clientes, cada vez más sofisticados, exigirán transparencia y modelos que reflejen el impacto real de la tecnología en su beneficio.

El futuro apunta hacia modelos híbridos: IA + abogados especializados + pricing de valor. Legaltech y nuevos jugadores ya ofrecen contratos, compliance y soporte automatizado a costos competitivos.

La pregunta clave será: ¿quién captura el valor creado por la Inteligencia Artificial en el derecho? Las firmas que lo monopolizan, o los clientes que necesitan que la tecnología reduzca sus costos y les permita crecer.

Aquí aplica la frase viral: “La IA en derecho no es el futuro, ya es presente”. Pero, la pregunta no es si ya la usas, sino quién se beneficia: ¿la firma o el cliente?

Hacia una economía legal más justa

La IA promete eficiencia, pero bajo el modelo de facturación tradicional se convierte en una paradoja: más márgenes para las firmas, más costos para los clientes. El cambio es inevitable. CFOs, GCs, inversionistas y multinacionales presionarán por modelos más justos: pricing por valor, ecosistemas integrados y transparencia radical.

El verdadero impacto de la Inteligencia Artificial en derecho no se medirá por cuánto aumentan las utilidades de las firmas, sino por cuánto habilita a los clientes a crecer, expandirse y proteger su negocio.

Si te interesa conocer el modelo de ecosistema de Faroo Legal, contáctanos hoy mismo.

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