En Colombia, la columna vertebral de la economía está conformada por las empresas familiares. De acuerdo con Legacy Network nueve de cada diez empresas en el país son familiares. Sin embargo, la estadística es implacable: pocas sobreviven la transición a la segunda y menos aún a la tercera generación.
La causa principal no siempre es un problema de mercado, sino el conflicto interno entre los miembros de la familia. Aquí es donde entra en juego una herramienta legal y de gestión esencial: el protocolo de familia.
Este documento es mucho más que un manual de buenas intenciones; es un acuerdo vinculante que establece las reglas claras de interacción entre la familia, la propiedad y la empresa, garantizando la continuidad y la paz en el legado empresarial.
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¿Qué es un protocolo de familia y por qué es vital?
El Protocolo de Familia en Colombia es un pacto inter-partes (entre los miembros de la familia empresaria) que busca prevenir o resolver conflictos a través de la autorregulación. Su objetivo supremo es definir las normas de gobierno y sucesión para asegurar que la empresa familiar perdure en el tiempo.
Aunque la figura no tiene una ley única y específica que la regule en Colombia, su validez jurídica se basa en el principio de la autonomía de la voluntad, la legislación comercial y el derecho civil. Se trata de un contrato atípico que se rige por las reglas generales de los acuerdos privados en términos del artículo 1602 del Código Civil.

La triple misión del protocolo de familias
El protocolo establece normas claras en tres grandes ámbitos:
- En la empresa (gestión): define quién puede ser directivo, cómo se evalúa la gestión familiar, las políticas de contratación o remuneración y las responsabilidades del Consejo de Administración.
- En la familia (relación): establece códigos de conducta, valores, y el uso adecuado de los activos de la empresa por parte de los familiares (como vehículos o casas de descanso). Crea órganos como el Consejo de Familia para comunicarse y tomar decisiones no empresariales.
- En la propiedad (sucesión): determina las reglas para la transmisión de acciones, la venta de participaciones a terceros y las condiciones para la entrada o salida de socios.
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Formalidades legales: ¿cómo darle validez al acuerdo?
Para que el Protocolo de Familia en Colombia tenga verdadera fuerza vinculante y pueda ser exigible, la formalidad es crucial. No basta con una firma en una servilleta.
1. Documento privado y autenticación
Generalmente, se suscribe como un documento privado firmado por todos los miembros de la familia (o por los firmantes iniciales), autenticado ante una notaría para darle fecha cierta y valor probatorio.

2. Incorporación a los estatutos sociales (la clave legal)
Aquí reside el verdadero poder del Protocolo de Familia en Colombia. Para que las cláusulas del acuerdo sean oponibles a terceros y a la propia sociedad (y no solo a los firmantes), las reglas relacionadas con la propiedad y la administración deben ser elevadas a la categoría de reforma estatutaria.
Esto significa que las cláusulas sobre la transferencia de acciones, el derecho de preferencia de los socios familiares o la composición del órgano de administración deben ser aprobadas en asamblea de accionistas o junta de socios e inscritas en el Registro Mercantil de la Cámara de Comercio.
3. El valor de los acuerdos de accionistas
En sociedades flexibles como la SAS (Sociedad por Acciones Simplificada), las cláusulas del protocolo pueden quedar plasmadas en los Acuerdos de Accionistas. Aunque se mantengan en privado, tienen fuerza vinculante entre las partes. Sin embargo, para que sean oponibles a la sociedad, deben depositarse en la sociedad, según lo explica el artículo 24 de la Ley 1258 de 2008.
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El Retorno de la Inversión (ROI) de un protocolo bien elaborado
El beneficio de tener un protocolo de familia en Colombia va mucho más allá de la paz familiar. Se traduce directamente en valor económico y estabilidad:
- Estabilidad en la sucesión: evita que el fallecimiento de un fundador paralice la empresa o desate litigios sucesorales que pueden tardar años y erosionar el patrimonio.
- Profesionalización: fomenta la meritocracia al establecer criterios objetivos (formación, experiencia) para que los familiares ocupen puestos clave, evitando el nepotismo perjudicial.
- Acceso a financiación: un banco o un inversionista externo verá con mejores ojos una empresa que tiene un gobierno corporativo claro y un plan de sucesión definido, ya que esto reduce el riesgo percibido.

Un legado protegido y duradero
El protocolo de familia es un traje a la medida que requiere un proceso de diálogo asistido por expertos legales, financieros y de gobierno corporativo. Es un ejercicio de previsión y madurez empresarial que requiere valentía para afrontar temas difíciles en el presente, garantizando un futuro sin líos
No esperes a que surja el conflicto. La mejor manera de honrar el esfuerzo del fundador es proteger el negocio con un marco legal que asegure que las próximas generaciones trabajen juntas bajo las reglas claras que tú ayudaste a construir. Conoce más de nuestro servicio de protocolos de familia y derecho empresarial familiar y experimenta una forma diferente de acceder a la gestión legal corporativa.




