top of page
  • Foto del escritorCarlos Arias

Vesting: una alternativa poco explorada en las empresas familiares

Actualizado: 9 feb

En nuestro artículo anterior, reflexionamos sobre cómo el Vesting es una muy efectiva estrategia para la continuidad del talento, ya que permite organizar una estrategia futura que alinea al talento hacia la visión estratégica de la organización y permite enfocarlo en la visión de mediano y largo plazo de la misma.

Veíamos como para las startups y emprendimientos, es una práctica que ha ganado alta popularidad. Sin embargo, es un camino básicamente inexplorado por las empresas familiares, en donde la transición generacional se realiza casi que orgánicamente, pero en muchos de los casos trayendo dinámicas complejas para el grupo, patrimonio y negocio familiar.

No en vano, es en estas transiciones donde se generan las mayores complejidades del sistema familiar y sus crisis, especialmente en la de la tercera generación, donde se aumenta exponencialmente el riesgo de su extinción.


Equipo de trabajo de empresas familiares
Fuente: Pexels

¿Puede el Vesting ser una efectiva estrategia para el negocio familiar?

Creemos que sí, en todo caso es importante que:

1.       Debe haber claridad en el propósito del Vesting. Esa claridad se deriva de la estrategia misma de la organización. Es fácil caer en la trampa de hacer un contrato de Vesting para solventar el temor de la pérdida o desalineación del talento, pero es clave que antes se entienda el por qué se está haciendo y cómo se alinea con la visión de la organización.

2.       Se estructure de forma clara el plan de Vesting o “Vesting Schedule”. En este tema, como todo en la vida el timing es clave. Saber establecer los eventos que dan derecho a la opción de Vesting y el momento en que se hacen efectivos, es crítico para su efectividad.

3.       En ese plan de Vesting, es determinante asimismo definir los hitos o milestones. Estos hitos deben aterrizar en objetivos específicos, medibles y alienados con los de la organización.

4.       Establecer el Cliff dependiendo de las circunstancias particulares. El Cliff depende de cada caso en particular, pero por lo general es una buena herramienta que permitirá tener un periodo de “salvavidas” para entender la dinámica del Vesting y sus potenciales riesgos antes de que se materialicen sus derechos. Sobre todo, es importante en aquellos casos en donde hay ciertas inquietudes y dudas.

Si se estructuran adecuadamente los cuatro puntos anteriores, se pueden obtener grandes beneficios para la empresa familiar utilizando la estrategia de Vesting.

Es importante aclarar que esta estrategia aplica para herederos o terceros ajenos al grupo familiar que no tienen participación accionaria aún o se les piensa ampliar la ya existente. En estos casos el heredero adquiere gradualmente la titularidad de acciones o participaciones en la empresa a medida que cumple con los criterios predefinidos.


Equipo de Vesting en empresa
Fuente: Pexels

Fomenta el compromiso a largo plazo:

El Vesting ofrece un fuerte incentivo para que el heredero se mantenga comprometido y trabaje activamente en la empresa a largo plazo. Al vincular la adquisición de acciones o participaciones con el cumplimiento de metas y objetivos específicos, se establece una relación directa entre el rendimiento del heredero o el tercero y su recompensa en términos de propiedad en la empresa. Se genera un sentido de responsabilidad y dedicación hacia el éxito y crecimiento del negocio.

●        Protección contra posibles malos manejos:

Una preocupación común en las empresas familiares es garantizar que el heredero o un tercero ajeno al círculo familiar no se aprovechen de su posición para llevar a cabo malos manejos o descuidar los intereses de la organización. Aquí el Vesting puede jugar un papel crucial. Si el heredero no cumple con los objetivos establecidos, no podrá adquirir la totalidad de las acciones o participaciones previstas. Se establece un mecanismo de control y evaluación del desempeño del heredero, incentivándolo a trabajar en beneficio de la empresa y su crecimiento.

●        Cultura de rendimiento y responsabilidad:

El establecimiento de criterios claros y condiciones específicas que deben cumplirse para obtener la propiedad total de las acciones fomenta una cultura de rendimiento y responsabilidad dentro de la empresa. Los objetivos se convierten en metas concretas que el heredero o el tercero deben alcanzar para obtener la propiedad completa. Se promueve una mentalidad orientada a resultados y una mayor transparencia en el desempeño y sus logros. Para el heredero o tercero también es beneficioso desde esta perspectiva, porque da seriedad en cuanto a las expectativas que se esperan y tendrá claridad de cuándo podrá hacer efectivos sus derechos.

●        Sentido de pertenencia y compromiso:

El Vesting tiene el potencial de generar un fuerte sentido de pertenencia y compromiso a largo plazo. Al tener la oportunidad de obtener gradualmente la propiedad de la empresa, el heredero o el tercero se sienten más involucrados en el éxito y crecimiento del negocio. Esto puede llevar a una mayor dedicación y esfuerzo en su rol dentro de la organización, ya que tienen un interés personal en el futuro y la prosperidad de la empresa familiar.

Tal como lo dijimos en nuestra anterior entrada, el Vesting se posiciona como una herramienta que permite la continuidad y el éxito de las empresas por medio del correcto tratamiento del equipo. En el caso de las empresas de familia, el Vesting permite afrontar las crisis que se pueden presentar en la cotidianidad del negocio y durante el importante proceso de cambio generacional.

Si te interesa conocer más de este tema y cómo puede contribuir a tu empresa, no dudes en escribirnos y seguirnos. Igualmente, si tienes alguna duda en específico, nos encantaría brindarte la información que necesites.

Comentarios


bottom of page